1) Una vacuna contra el cáncer de mama empezó a investigarse en octubre pasado en el Cleveland Clinic’s Lerner Research Institute y se espera que culmine en setiembre. Actualmente en fase 1 de ensayo clínico y basada en décadas de trabajo anterior, se apunta a una proteína que se halla en la leche llamada alfa lactoalbúmina, la que también se encuentra en las células cancerosas, especialmente en aquellas causantes del denominado cáncer de mama triple negativo, uno de los que han demostrado ser más letales. La idea que subyace es hacer que la vacuna entrene al sistema inmune para atacar a dichas células produciendo esa proteína, para así detener la enfermedad desde sus comienzos. 24 personas que se libraron de tumores de ese tipo en los últimos tres años y con altas probabilidades de retorno fueron reclutadas, a quienes se les suministrarán 3 dosis. Si bien el estudio no validará la eficacia del fármaco, servirá para saber si se logra que el sistema inmune reaccione y de qué manera, ya que la cantidad de vacuna será diferente para distintos sujetos.
2) El virus respiratorio sincitial (VSR) es bastante común. Generalmente casi inocuo para la mayor parte de las personas (suele cursarse como un simple resfrío), sin embargo puede ser fatal para niños de corta edad (menos de 12 meses, sobre todo prematuros), adultos mayores, gente con enfermedades respiratorias y pulmonares y para seres con compromiso inmunitario. También es fuente de afecciones crónicas, como infecciones recurrentes, otitis, neumonías y asma. Actualmente no existe forma de prevención y menos de cura. El laboratorio Pfizer se halla en la fase 3 del desarrollo de una vacuna. Luego de haber sometido a voluntarios a la aplicación del fármaco y exponerlos al contagio, sus científicos se hallan observando y evaluando la efectividad de su vacuna. Estiman que podrán confirmar su eficacia hacia fines de este año.
3) Terapia génica para un tipo de Autismo: el Síndrome de Angelman. Se sabe que este es causado por la mutación (la forma más común) o la falta del gen UBE3A, el que controla una serie de proteínas cruciales para el neurodesarrollo. Todos obtenemos dos copias de los genes, una materna y otra paterna. En el caso de Angelman, esta última está inactiva, por lo que, cuando la proveniente del lado femenino falla, no hay sustitución, con lo cual aparecen los síntomas principales: discapacidad intelectual, problemas motrices y signos autistas. La empresa GeneTX Biotherapeutics está ensayando una sustancia, la GTX-102, que busca activar el gen no funcional. En la actualidad, se hallan evaluando la seguridad y la tolerabilidad de esta sustancia que se inyecta en el líquido cerebroespinal, lo que concluirá en octubre, para pasar a la fase siguiente, que no es otra cosa sino su efectividad para revertir los síntomas.
4) El Virus de la Inmunodeficiencia Humana (VIH), aparecido a fines del siglo XIX y con una eclosión mundial hacia mediados de la década de 1970, ha costado y sigue costando millones de vidas, pese a que hay medicamentos que detienen el avance de su consecuencia mortal, el SIDA, y de otras enfermedades oportunistas, lo que hace que se haya prolongado la sobrevida promedio, aunque en muchos casos no sin consecuencias a largo plazo. De difícil detección hasta para el sistema inmune, investigadores de la Universidad de Oxford se centraron en las células T para tratar de erradicar el virus, vitales en la respuesta inmunitaria, ya que activan a otras con similar función, matan a las infectadas y liberan químicos para controlar las invasiones. Aplicaron dos vacunas con 4 semanas de intervalo a los participantes, y se encuentran observando y analizando si esta sustancia es segura y tolerable y si dispara la inmunidad. Terminada la fase 1 en los próximos meses, continuarán con las siguientes. Auguran buenos resultados.
5) Aunque no se trata de la fuente de la eterna juventud y parezca algo pretenciosa su presentación, el Comando de Operaciones Especiales de los EE.UU., rama científica del ejército de ese país, junto con Metro International Biotech, comienzan en estos días el desarrollo de una píldora antienvejecimiento. Lo que hace este fármaco es elevar los niveles de una coenzima denominada NAD+ en sangre, a la que se la asocia con el proceso de envejecimiento. Lejos de prolongar la existencia, se espera que de esta forma en los soldados y, subsecuentemente, en la población civil se reduzca el impacto que produce el paso del tiempo respecto de la salud física y la mental, logrando que las personas puedan estar mucho más activas durante más tiempo. Es decir, no impide el envejecimiento, sino que alivia sus consecuencias. Las pruebas realizadas los hacen ser optimistas respecto de este químico al que algunos mencionan como una especie de suplemento dietario.