Aun recuerdo con mucho cariño un pacientito que terminaba la primaria al cual sus padres le hicieron una celebración en un salón para festejar la recepción de su título. Había sido un año demasiado largo, muchas adecuaciones, mucho trabajo práctico, demasiada intervención desde el acompañamiento terapéutico. Realmente fue muy duro, tanto para él como para los que lo rodearon, terminar séptimo grado. Era mucho lo que había en juego ese año: tenía que recibirse y para lograrlo debía cumplir con todos los objetivos del PPI.
Pero ¿qué es el PPI? El Proyecto Pedagógico Individual es una planificación en la que deben registrarse las estrategias educativas diseñadas para garantizar la inclusión del estudiante con discapacidad, en todas las áreas que lo requiera. Suele suceder que algunas personas con discapacidad no necesitan la planificación del PPI, pero cuando se arma, los objetivos deben cumplirse por completo, para asegurar la adquisición de conocimiento correspondiente al ciclo. Es cierto que puede tener cierta flexibilidad en las metodologías, pero para séptimo grado hay un listado de temas que deben estar contemplados y logrados.
Lo más vistoso fue el pasacalles que colgaron en la entrada del cole, para Felicitarlo por haberlo logrado. En ese momento no les importaba lo que quisiera o pudiera hacer en los años subsiguientes, en ese momento era tanta la felicidad que el pasacalles se quedaba corto. Espuma, confeti… todo sirvió para festejar la alegría de haber recibido el certificado de finalización de la escolaridad primaria.
Una escuela es inclusiva cuando todos los alumnos se sienten en las mismas condiciones para llevar adelante su aprendizaje. Todos deben sentirse parte del grupo estudiantil y crear un entorno participativo es fundamental para eso.
Para armar un PPI hay que iniciar identificando cuáles son las barreras que el contexto le impone al alumno. Estas barreras pueden ser de contenido o de metodología, también deberemos tener en cuenta que son dos áreas completamente diferentes. Para atravesar Las barreras de contenido hay que hacer un trabajo pedagógico en base un seguimiento anterior del alumno, para lo cual es de suma importancia la etapa de diagnóstico que se da al iniciar el año escolar. Verificar los contenidos de años anteriores ayudará a definir los del año en curso. Esta tarea está a cargo del coordinador pedagógico de la institución, de todas maneras, se suele tener muy en cuenta cada detalle que el acompañante terapéutico puede aportar dado que es él o ella quién está en contacto permanente con el alumno. Cómo en todos los aspectos la comunicación entre el equipo terapéutico es fundamental.
Para atravesar Las barreras relacionadas a la metodología debemos hacer foco en el potencial que tiene cada persona, planificar actividades relacionadas a sus intereses y muchas veces crear nuevas maneras de incorporar el contenido, maneras que resulten atractivas a cada paciente de manera particular. Pensar Estas actividades originales, novedosas, creativas resulta sumamente beneficioso en el camino de alcanzar los objetivos. Por supuesto la flexibilidad es una herramienta más, dado que si una actividad no resulta como el acompañante terapéutico esperaba, debe estar preparado para cambiar la metodología priorizando la accesibilidad al contenido. Muchas veces termina ocurriendo que una actividad inicialmente no es bien recibida por el paciente, y puede pasar a ser de su agrado después de hacer acuerdos que dejen conforme tanto al paciente como al AT.
Ese año, la carpeta de clases fue un ladrillo enorme, ¡tantas páginas usadas para adecuar en imprenta mayúscula! Y otras tantas usadas como borrador para hacer cada una de las cuentas. Incluso contábamos con un casillero donde se guardaban manuales de años anteriores, los cuales eran permanentemente recortados. Lo más buscado: imágenes para usar como refuerzo visual de cada uno de los temas. A veces se volvía muy complicado encontrar ilustraciones específicas y, entonces, otras tanta hojas usadas para dibujar sistemas digestivos varios, porque ubicar cada cosa en su lugar tomaba tiempo. ¡Ni hablar de los mapas! La cantidad de papeles de calcar que sacrificamos hasta encontrar ríos o capitales de países fue increíble. Pero los objetivos son los objetivos, y séptimo es ¡séptimo! Hay que hacer de todo para llegar a la meta final de la carrera educativa. Con la ayuda de los compañeros siempre era más divertido… todo menos inglés, porque ¡hay que aprender a dibujar el plano de la escuela en inglés! Borradores y borradores, paseos constantes por todos los pasillos hasta dibujar cada una de las “classrooms”. Mucho esfuerzo compartido.
Como es lógico, los estudiantes con PPI deben ser evaluados y calificados de acuerdo a los logros alcanzados según este proyecto individual, y no pueden exigirse contenidos que no estén contemplados en este.
Cómo contaba inicialmente recuerdo con mucho cariño aquel pasacalles la fiesta para 50 personas y hasta la espuma la salida del colegio el último día porque el logro de haber terminado el ciclo primario fue realmente un trabajo en equipo.
Fernanda Argüello*
* Fernanda Argüello es Acompañante terapéutica, Profesional de apoyo a la inclusión. Escritora de libros infantiles.
Instagram: @at.terapiahoy