En un adelanto para la prensa, explicaron que el trabajo consistió en tomar a 264 personas diagnosticadas con Autismo con edades comprendidas entre los 6 meses y los 50 años y someterlas a una serie de escaneos con tensor de difusión en resonancia magnética que permite observar la direccionalidad de las moléculas de agua y la integridad de la sustancia blanca, lo cual habilita estudiar cómo funciona la conectividad cerebral. Otro tanto se hizo respecto de un grupo de control compuesto por otros 319 voluntarios que contaban con similitud etárea, para su comparabilidad.
El cuerpo calloso es un grueso manojo de fibras nerviosas que interconectan los dos hemisferios cerebrales, permitiendo la comunicación entre ambos. Precisamente allí fue donde los investigadores hallaron diferencias significativas entre los dos grupos, sobre todo ubicadas en las partes anterior y media.
Si bien se observaron que las mismas eran pronunciadas entre los adolescentes, causó cierta sorpresa constatar que eran aun mayores entre las personas adultas.
La propia doctora Weber afirma que el trabajo de este equipo brinda nueva evidencia de lo que ya se viene sosteniendo desde hace algún tiempo, esto es, que el Autismo es efecto de un problema de conectividad en el cerebro.
A su vez, la misma profesional indica que la importancia de esta investigación reside en que es posible confirmar los diagnósticos de los Trastornos del Espectro Autista más tempranamente, recurriendo a la técnica que ellos utilizaron. Es que, como dijo Weber, la gran variedad de síntomas que ellos producen hace que la detección muchas veces se retrase. Ellos aspiran a hallar los biomarcadores que pueda facilitar la diagnosis y que ayude a encontrar el tratamiento adecuado.
De todas maneras, más allá de que estos resultados se presentaron en distintos foros profesionales, resta su publicación en un medio con referato, es decir, tras la evaluación de un grupo de expertos que valide los hallazgos.
Hasta que ello ocurra, deben tomarse las aseveraciones de los adelantos de prensa como un estudio preliminar, pendiente de su ratificación o no por pares calificados.