El último “Estudio de la carga de morbilidad”, conocido por su nombre en inglés Global Burden Disease Study, publicado recientemente en The Lancet Neurology (https://www.thelancet.com/journals/laneur/article/PIIS1474-4422(24)00038-3/fulltext) alerta acerca de que los trastornos que afectan el sistema nervioso se han transformado en la principal causa de enfermedad y discapacidad en nuestro planeta, afectando al 43,1% de habitantes.
Entre los problemas más frecuentes que llevan a que se vivan muchos años con discapacidad se encuentran los siguientes: derrames cerebrales, encefalopatía neonatal, migraña, enfermedad de Alzheimer y otras formas de demencia, neuropatía diabética, meningitis, epilepsia, complicaciones neurológicas debidas a partos pretérmino, trastornos del espectro autista y cáncer del sistema nervioso.
Basados en datos correspondientes a 204 países y territorios de todo el globo, el trabajo abarca desde 1990 hasta 2021, período en el cual se observa que estos problemas vienen creciendo en forma ininterrumpida, estimándose en el 18% entre ambos años.
Otro dato importante que aporta el trabajo en cuestión es que el 80% de los casos reportados de muertes y de demérito de la salud se verifica en países de ingresos bajos y medios, constatándose, asimismo, que el acceso a los tratamientos también se diferencia según la capacidad adquisitiva de los pacientes, ya que aquel sector con mejores perspectivas tiene hasta 70 veces más profesionales para dicho campo médico, lo que incide en la calidad de vida.
Las estadísticas que dan fundamento a estas afirmaciones incluyen tanto muertes, condiciones mórbidas y discapacidad en las cuales los trastornos del sistema nervioso son el problema principal como aquellos otros en que se trata de comorbilidades.
Un aspecto que se desprende del informe es que si bien muchas de estas formas patológicas no son prevenibles, es necesario actuar sobre las que sí, mientras que también resulta imperativo que los sistemas sanitarios en los territorios críticos refuercen las prestaciones sobre este campo, para revertir, minimizar o, cuando menos, detener el avance de las mismas.
El Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus, director de la Organización Mundial de la Salud, aboga por que se tomen medidas urgentes en este sentido, centrando su pedido en que se mejore la calidad de la atención, el tratamiento y la rehabilitación, poniendo el acento en los niños, pero abarcando todas las edades.