La experiencia se realizó en la Universidad Médica Naval de Shanghai, China, y consistió en tratar a tres pacientes, una mujer y dos varones, con un procedimiento conocido como terapia de células T con receptores quiméricos de antígenos, o CAR T (por sus siglas en inglés), que consiste utilizar las células T del sistema inmunitario, que son las encargadas de guiar, por decirlo así, a los demás componentes de la defensa para que actúen contra las sustancias invasoras. En el caso, se las modificó para que atacaran a las causantes de la miositis y la esclerosis sistémica en los voluntarios participantes en la experiencia.
La miositis presenta cambios inflamatorios y degenerativos solamente en los músculos o en estos y en la piel. Es potencialmente mortal. Por su parte la esclerosis sistémica, también llamada esclerodermia, es un grupo de enfermedades raras que provoca endurecimiento y tirantez de la piel y también puede afectar órganos y vasos sanguíneos, con consecuencias serias.
La originalidad de este método es que, en lugar de utilizar células del propio paciente, procedimiento complejo, costoso, que requiere mucho tiempo y solamente sirve para el sujeto, se realizó con las provenientes de un donante, lo que, de confirmarse su eficacia, permitirá una forma estándar de producción que reduce los tiempos y los costos y podría llegar a ser universal para el tratamiento de algunas, muchas y eventualmente todas las enfermedades autoinmunes.
El caso es que esto le sirvió al Sr. Gong, de 57 años, cuyo movimiento estaba tan limitado por la esclerodermia que hasta le dificultaba comer, quien a los tres días empezó a recuperarse y apenas un par de semanas después pudo volver a su trabajo. Meses más tarde, los tres tratados continúan con una vida normal. ¿Se confirmará este adelanto en el tratamiento de las enfermedades autoinmunes?