Gracias a la conjunción de Adaptive Motor Sports (http://adaptivemotorsports. com/), una empresa dedicada, como su nombre indica, a adaptar vehículos deportivos para personas con movilidad seriamente limitada y distintos tipos de discapacidad, y el Proyecto de Miami para Curar la Parálisis, auspiciado por la Universidad de dicha ciudad estadounidense (https://www.themiamipro ject.org/), que con un equipo de algo más de 250 científicos busca mejorar la existencia de los afectados, este universitario ha logrado conducir, junto con un acompañante, un automóvil de carreras de los que se utilizan en las competencias de Nascar de 850 caballos de fuerza en una pista en el Estado de Colorado guiándolo solamente con su mente, junto con un acompañante. El muchacho pudo dar 20 vueltas al circuito Pike’s Peak International Raceway en varias instancias con todo éxito.
Para ello un cirujano había insertado un implante en su cerebro, el que, en conexión con la tecnología de conducción de vehículos desarrollada y provista por Adaptive Motor Sports, lo habilitó para realizar la proeza, dominando la máquina solamente con su pensamiento.
Dicho sensor aprovecha que aquella persona a la que se le ha colocado el pequeño aparato capta la señal que se produce en el cerebro cuando el usuario piensa en realizar una tarea específica y la envía a una unidad que la traduce en acciones tales como presionar el acelerador, por ejemplo. Es lo que se conoce como una interfase cerebro-máquina.
Consultado por su notable experiencia, Aldana Zúñiga comentó: “Me sentí muy emocionado, sentí la adrenalina”, para luego agregar que: “Quería hacer esto no solo por mí, sino por todas las personas que no saben que pueden hacer algo así o tienen miedo o no tienen la voluntad”.
Seguramente, no todas las personas con problemas de movilidad podrán intentar algo similar. Pero lo importante de la experiencia es que cada vez se avanza más tecnológicamente para que quienes lo necesiten se puedan valer de diferentes estrategias que les permitan lograr una mayor autonomía, que es el objetivo final de estas investigaciones, más allá de alguna espectacularidad en sus acciones que sirven para llamar la atención.