Desde 2019 posee un simulador de manejo denominado Real City Hyundai Driving Simulator, una apk realista que permite desplazarse por distintos escenarios. Recientemente ha sacado al mercado otro de conducción de automóviles muy interesante y muchísimo más complejo, ya que no solamente consta de un volante, un asiento, pedales y una pantalla para dar la impresión de que realmente se está sobre el comando de un cuatro ruedas, sino que está montado sobre una estructura móvil que registra las maniobras y, por ejemplo, si el conductor gira yendo a cierta velocidad hacia la derecha, el usuario siente cómo la fuerza centrífuga lo inclina hacia la dirección contraria.
El nuevo simulador fue desarrollado originalmente por la compañía con el objeto de ser utilizado en exhibiciones y en testeos sobre seguridad de sus productos antes de ser puestos en la calle.
Trabajando junto con el Hospital Beata María Ana, ubicado en la capital española, han modificado el software que controla el complejo aparato para adaptarlo a una forma terapéutica.
En efecto, la automotriz, junto con la Unidad de Daño Cerebral del citado hospital, han desarrollado la forma de que aquellos pacientes con daño cerebral adquirido, sea por algún tipo de trauma o por alguna enfermedad, se beneficien de dicho simulador. No es que con esto se sustituyan los demás tratamientos, sino que los complementa y hasta los potencia.
Lo que hacen es situar a los pacientes en el asiento del conductor para que participen de un rally, nada menos que el campeonato mundial de la especialidad, en el cual tendrán que sortear todos los problemas que se les presenten. Los resultados tras apenas tres meses son asombrosos. Según el jefe de la unidad de referencia, el doctor Marcos Ríos-Lago, ello mejora las habilidades cognitivas de los tratados, sobre todo la atención, la velocidad de respuesta y la capacidad perceptiva.
Por otro lado, de acuerdo con el mismo facultativo, se ha observado que muchos de quienes han recibido lesiones o los que se hallan afectados por parkinson, esclerosis múltiple, ACV y otras problemáticas, no parecen ser conscientes de las limitaciones que provocan las lesiones, sobre todo en aquellos en los cuales el daño parece ser menor, por lo que otro de los beneficios que aporta esta novedosa forma de encarar la recuperación es, precisamente, ponerlos al tanto de cuáles son las secuelas tras haber padecido un accidente o una enfermedad, además de ayudar a superarlas, en la medida de las posibilidades de cada uno.
Otra cuestión que se destaca es que se trata de la primera vez que un aparato de estas características se instala en un hospital español y que, si bien en otras latitudes existen otros simuladores que se utilizan para la recuperación de pacientes, pocos de ellos tienen el realismo contundente que aporta la máquina del gigante coreano. Es para señalar que, si bien esta institución venía trabajando con esos mismos en el proceso rehabilitatorio existe una diferencia abismal entre uno y otros.
A su vez, todo el sistema, incluida la sensibilidad de los pedales, la resistecia del volante y todos los demás parámetros pueden ajustarse a las características del paciente, para que lo ayude en su mejora y su utilización no se convierta en una fuente de frustración. Así lo confirma el doctor Ríos-Lago: “aprovechamos y optimizamos cada día más las posibilidades de ajuste que ofrece el simulador, como son la capacidad de reacción, el campo visual, los movimientos del equipo, la sensibilidad de los diferentes controles y la retroalimentación auditiva. Disponer de la ayuda tecnológica que aporta el simulador tiene un valor empírico extraordinario”.
Aparentemente, la mejora constatada en los sujetos en apenas un breve período de utilización es tan contundente que muchos establecimientos sanitarios de ese país y de otros lugares del mundo se han mostrado interesados en recibir información, más allá de que algunos ya contemplan la posibilidad de hacerlo parte de sus estrategias de rehabilitación para sus pacientes con similar condición.
Tampoco se descarta que algunos de estos sujetos puedan volver a conducir automóviles, ya que existen trabajos de investigación que demuestran que esta clase de pacientes que ha recibido un entrenamiento específico para recuperar dicha habilidad no muestran una mayor siniestralidad ni más dificultades de desempeño que el resto de la población.
De todas maneras, los mismos facultativos y los técnicos de la empresa que participan en la experiencia explican que, aunque las perspectivas son más que alentadoras, la misma deberá prolongarse en el tiempo y con más usuarios antes de que pueda llegar a transformarse en una herramienta habitual en la recuperación de estos pacientes.