La educación inclusiva se concibe como un proceso que permite abordar y responder a la diversidad de las necesidades de todos los educandos a través de una mayor participación en el aprendizaje, de actividades culturales y comunitarias y reducir la exclusión dentro y fuera del sistema educativo.
La LEN ubica la educación y el conocimiento como un bien público y un derecho personal y social que debe ser garantizado por el Estado. La propuesta va más allá de una transformación educativa al ser considerada como una construcción filosófica, una actitud, un sistema de valores y creencias sostenidas desde el paradigma del derecho donde los estudiantes de una comunidad aprenden juntos independientemente de sus condiciones personales, sociales y culturales dando por sentado que en estas categorías quedan comprendidos los alumnos con diversidad funcional (“discapacidad”). La educación inclusiva reconoce la diversidad como un valor educativo que se manifiesta a través de las diferencias étcnicas, religiosas, linguísticas, cognitivas, sociales, culturales, subjetivas, funcionales .
La escuela inclusiva renuncia al espíritu homogeneizador de la escuela tradicional y se posiciona como garante de la educación de todos y cada niño, niña, adolescente que llega a sus aulas, todos. Al claudicar a su fuerza homogeneizadora se destierra la idea de anualización, gradualización y simultaneidad que han sido los pilares de la escuela tradicional.
Los nuevos postulados desnaturalizan la idea de gradualización y simultaneidad masiva en los procesos de la población educativa que comparte cierta franja etaria haciendo énfasis en el punto de partida de cada uno dentro de una propuesta común compartida teniendo en cuenta los procesos subjetivos.
La educación inclusiva se sustenta en:
• Modelo Social de la Discapacidad.
• Ley de Infancia-2005-.
• Ley nacional de Educación -2006- Educación Inclusiva.
• Ratificación Convención Internacional Derechos de las personas con discapacidad -2008- Artículo 24.
• Ley de Salud Mental -2013-.
• N.E. Mirada en el Contexto. Derecho a la educación.
• Accesibilidad.
• Barreras al aprendizaje y a la participación.
• Ajustes razonables.
• Diversificación Curricular.
• Problemas de enseñanza.
Pensar en clave de accesibilidad
La educación inclusiva se pone en acto en lo cotidiano de las aulas, se soporta en el modelo educativo interaccionista que propicia estrategias de intercambio, supone un sujeto en permanente construcción y progreso, susceptible de modificación cuando encuentra las condiciones adecuadas para un verdadero aprendizaje. Es la escuela la que se adapta al alumno, no el alumno a la escuela.
El sustento constructivista se basa en la perspectiva de construcción que cada sujeto puede realizar, que, a su vez, debe ser referenciado en un contexto sociohistórico específico y necesariamente articulado con la subjetividad de cada aprendiente.
El aula inclusiva supone una propuesta curricular abierta, de base flexible, contextualizada y concebida desde las necesidades de los aprendices. Diversificar la propuesta educativa es avanzar con una propuesta superadora encaminada hacia la escuela inclusiva. Una propuesta diversificada nada tiene que ver con desprestigiarla, empobrecerla ni hacerla fácil, sino todo lo contrario, supone un claro intento de articular el currículo al alumno para favorecer la construcción del conocimiento.
La diversificación curricular intenta trabajar tanto desde lo heterogéneo como desde lo común y compartido que se encuentra en todo territorio áulico. Diversificar es singularizar dentro de lo contextual y plural. La diversificación curricular, en tanto instancia posibilitadora, ofrece nuevas dimensiones al considerar las variables poblacionales como una realidad de nuestros das, con derecho a una oferta educativa que respete sus necesidades.
La consecuencia lógica de la apertura curricular es que todos los alumnos encuentran una oferta de aprendizaje y de producción diseñada a su medida. El trabajo diversificado supone agrupamientos heterogéneos y dinámicos, modalidades variadas y flexibilidad temporal y espacial.
Al referirnos a la educación inclusiva se abre un nuevo campo conceptual, y semántico, que nos sitúa ante nuevas significaciones: accesibilidad, ajustes razonables, barreras al aprendizaje y a la participación, configuraciones de apoyo, trayectoria educativa integral y demás conceptos que redefinen la educación de este tercer milenio.
En el marco de estas ideas, el concepto de accesibilidad resulta esencial. Si bien generalmente se lo vincula a cuestiones físicas y/o arquitectónicas el concepto no se limita tan solo a esta dimensión sino que es más abarcativo y general. El concepto expresa un conjunto de enlaces diversos, complementarios e indispensables que generan un verdadero entorno inclusivo.
La Accesibilidad es la noción clave sobre la que se construye la inclusión. Al considerar que la Accesibilidad supone el grado en el que todas las personas pueden utilizar un objeto, disponer de un bien cultural, visitar un lugar o acceder a un servicio, independientemente de sus capacidades técnicas, cognitivas o físicas es indispensable e imprescindible pivotear sobre este concepto, en tanto condición necesaria para la participación de todas las personas independientemente de las posibles limitaciones funcionales que puedan tener, sobre el que debe girar todo accionar en torno a la inclusión.
La accesibilidad es el eje desde donde se sopesan las barreras que condicionan el acceso y se ubican los posibles ajustes necesarios para sortearlas, modificarlas, eliminarlas, superarlas o minimizarlas para que no sean condicionantes del derecho a que ese objeto, lugar, bien o servicio sea asequible. Pensar en y desde la accesibilidad corre la mirada del sujeto y la ubica en el contexto, en todo aquello que hace tope, barrera, imposibilidad de acceder para operar en ese contexto discapacitante o limitacional que es lo que genera la inaccesibilidad.
La accesibilidad se plantea desde diferentes dimensiones a considerar: actitudinal, comunicacional, instrumental, metodológica, programática, tecnológica.
En este sentido, las acciones han de estar dirigidas principalmente a eliminar las barreras físicas, personales e institucionales que limitan las oportunidades de aprendizaje y el pleno acceso y participación de todos en las actividades educativas. Es un proceso que nunca está acabado del todo porque implica un cambio profundo de los sistemas educativos y de la cultura escolar. Las instituciones educativas tienen que revisar constantemente sus valores, organización y prácticas educativas ya que más de una vez éstas mismas constituyen una barrera.
El concepto de accesibilidad nos lleva inevitablemente a superar las barreras a través de Ajustes Razonables que son: “Cualquier cambio, ajuste o modificación desde el punto de vista técnico, económico o cultural, que se realiza en un espacio, bien, servicio, etc.., para que sea posible su utilización autónoma por cualquier persona con discapacidad. De esta forma las personas con discapacidad pueden participar social, laboral y culturalmente en igualdad de oportunidades que el resto de los ciudadanos. (ONU Conv. Inter. Derechos Personas con Discapacidad 2006)
Para promover la accesibilidad se implementan facilitaciones y ayudas técnicas que posibilitan salvar los obstáculos o límites de accesibilidad al entorno, consiguiendo que el alumnado todo, y el estudiante con discapacidad en particular, realice la misma acción que pudiera llevar a cabo una persona sin ningún tipo de discapacidad.
Estos Ajustes Razonables consideran desde cuestiones arquitectónicas y urbanísticas hasta linguísticas como el alfabeto Braille, la lengua de señas, o el transporte, las sillas de ruedas, las señales auditivas en lo semáforos, o las adecuaciones curriculares y demás modificaciones que se realicen a tal fin. La más de las veces no son las barreras físicas, arquitectónicas o de comunicación las que condicionan la inclusión educativa de un aprendiente con discapacidad a la escuela común sino las barreras ideológicas y pedagógicas con las que se maneja la comunidad.
El aula inclusiva privilegia:
• Diversificación curricular.
• Heterogeneidad.
• Trayectorias múltiples y diversas.
• Aprendizajes interaccionistas – colaborativos.
• Pareja Pedagógica
• Problemas de enseñanza.
Obrar en clave de accesibilidad
Pensar accesibilidad al aprendizaje nos lleva inevitablemente a repensar las prácticas pedagógicas tradicionales, homogeneizantes, para proponer prácticas pedagógicas no tradicionales que consideren la diversidad como un valor educativo y se sostengan en la diversificación de la propuesta curricular.
Diversificar la propuesta educativa es avanzar hacia una propuesta superadora de la escuela tradicional encaminada hacia la escuela inclusiva.
Diversificar es singularizar dentro de lo contextual y plural.
Una mayor diversificación de la propuesta curricular que contemple las variables del alumnado se vincula directamente con una menor necesidad de adecuaciones curriculares patrimonio del paradigma integrador.
En realidad, si pudiéramos concretar el proyecto de la escuela amplia y plural que supone la escuela de la diversidad estas ayudas se supondrían de antemano y estarían al servicio del alumnado todo para favorecer el acceso irrestricto a una propuesta educativa diversificada que supere el modelo de oferta única de la escuela tradicional homogeneizante. Estas condiciones procuran un mejoramiento de la calidad educativa de todos los alumnos ya que cuanto más vasto es el espectro de oportunidades educativas mayor es la posibilidad que encuentra cada alumno de acceder al conocimiento. Se considera desde el vamos lo que necesita cada aprendiente, atendiendo así al estudiante con discapacidad como un alumno más entre todos con los aportes que correspondan. En este modelo cumple un rol fundamental el trabajo colaborativo entre la escuela de nivel y la modalidad especial.
Es riesgoso enumerar los cambios posibles que se pueden plantear en un aula regular para que haya garantía de accesibilidad de todos los alumnos ya que los mismos varían según las necesidades de cada caso en particular. Aún así se presentan una serie de lineamientos generales que según se ha constatado en la práctica facilitan el acceso sin restricciones a la vida escolar y a la propuesta pedagógica.
Estos aportes se presentan agrupados en grandes bloques con una única finalidad organizativa, ha de ser tarea del docente el articularlas y significarlas según sea la realidad áulica en la que se vea involucrado.
Se ofrecen tan solo como aportes que facilitan y promueven la dinámica pedagógica, no como recetas ni mandatos.
Obrar
Presentada la barrera se ofrece un punteo de ayudas y o posibles ajustes razonables que surgen al pensar y diversificar la propuesta homogeniezadora para garantizar la accesibilidad de todos los alumnos en general y los alumnos con condicionamientos funcionales en particular.
Libre acceso a la escuela:
– Accesibilidad real y simbólica
– Superar barreras pedagógicas e ideológicas
Urbanísticas y transporte:
1) Superar barreras urbanísticas, arquitectónicas y de transporte. Lograr mayor movilidad y desplazamiento.
– Lograr mayor movilidad y desplazamiento
– Transporte accesible
– Rampas – Barandas, Escalones, Huella y Contrahuella.
– Ensanchamiento de aberturas, pasillos, giros.
– Tamaño de ascensores.
– Acondicionamiento de baños y salones (timbre, banquitos o escalón, jabón y toallas sujetados, barandas, etc)
– Permitir presencia de perros de asistencia o guía. Considerar las necesidades propias del animal.
– Mejor acceso para todos los que tengan la movilidad reducida
– Personas mayores, con sobre peso, embarazadas, que trasladan cargas, etc
2) El libre acceso a la escuela se ve garantizado con cualquier modificación que genere mayor accesibilidad a la par que evita peligros potenciales y mejora la calidad de vida de todas las personas, no solo de las personas con discapacidad motora, visión reducida, movilidad o dificultades de traslado sino que los beneficios se extienden a un colectivo mayor que frecuenta la escena escolar y supone mujeres embarazadas, personas mayores, con sobre peso, personas con niños en brazos, que trasladan cargas o llevan pesos.
Mobiliarios: ¿Barreras o Alojamientos?
– Altura y tamaño de mesas, bancos, pupitres adecuados a los usuarios.
– Bancos para zurdos.
– Tiradores de puerta y cajones.
– Correas o elásticos en sillas.
– Varillas enmarcando mesas y/o pupitres que eviten la caída de útiles.
– Cortes en mesas para apoyabrazos de sillas de ruedas.
– Ruedas y/o alfombras bajo patas de muebles.
– Enchufes accesibles y a la altura de una silla de ruedas.
– Asegurar rejillas.
– Proteger enchufes, salidas de aire caliente, etc…
– Preservar vidrios.
– Evitar peligros potenciales.
Materiales y útiles de trabajo:
– Diversificar elementos de conteo fijos, móviles y diversos. Elementos concretos a disposición de los estudiantes.
– Elementos escriturales diversificados: fibras, lápices de colores, crayones, ceritas, tizas, etc.
– Lápices de escribir adaptados y variados.
– Pizarrones a la altura del estudiantado.
– Pizarrón magnético, letras imantadas.
– Franelógrafos y letras con abrojos.
– Portalápices pegados.
– Abecedarios móviles, geoplanos, varillas articuladas, etc.
– Máquina de escribir, computadora, procesador de texto, tablet, telefonía celular.
Portador de texto:
* Hojas sueltas y gruesas (atril, cinta adhesiva).
* Cuadernos tamaño oficio tapa dura, A4 anillados, apaisados.
* Renglones doble espacio.
* Fotocopias amplificadas.
* Pizarrones variados.
• TIC
• Grabaciones que permitan recuperar la voz del maestro y del estudiante.
• Audiolibro, podcats, tutoriales, instructivos visuales y auditivos.
• Grabaciones que permitan la recuperación de la voz del maestro y del alumno.
Comunicación:
– Telefonía adaptada para personas con hipoacusia y/o personas ciegas o con baja visión.
– Señalización gráfica y/o sonora.
– Dicción clara y pausada.
– Disposición de recursos y materiales en lengua de señas argentina.
– Escritura en sistema Braile.
– Diccionarios áulicos plurilingües.
– Biblioteca áulica plurilingue.
– Carteles con palabras, expresiones, objetos o señales móviles y disponibles.
– Máquinas de escribir en braile.
– Sistemas Alternaticos y Aumentativos de la Comunicación (SAAC)
– Lectura anticipada.
– Accesibilidad textual.
La idea de construir una escuela inclusiva no es esperar a que aparezca una necesidad excepcional o no se garantice un derecho para pensar en ampliar la oferta sino invertir la propuesta y ofertar de antemano una amplia gama de estrategias, recursos e intervenciones para que cada alumno encuentre una propuesta a su medida donde la accesibilidad esté garantizada desde el vamos.
Es el contexto y el curriculum lo que se adapta para alojar al alumnado todo y no el alumno el que se somete a la propuesta única. La mirada se corre del sujeto, paradigma integrador, y recae en el contexto, paradigma inclusivo.
Se trata de lograr una verdadera accesibilidad, real y simbólica, que garantice el derecho a la educación de calidad teniendo presente que las mayores barreras las más difíciles de superar son las barreras ideológicas y pedagógicas.
María José Borsani
Nota: En el Seminario Taller “Aulas inclusivas: estrategias e intervenciones”, que se desarrollará los días 10 y 11 de mayo de 2023, la Prof. María José Borsani trabajará sobre estas líneas teórico-prácticas.
Mayor información en www.cursoselcisne.com.ar
Bibliografía:
– Borsani M J: “Aulas Inclusivas. Teorías en acto” HomoSapiens 2020
– Borsani M J: “De la Integración escolar a la Educación Inclusiva. De la opción al derecho” Homo Sapiens Ediciones. 2018.