Desde 1999 se venía desarrollando un programa de rehabilitación y de externación asistida, por el cual algunas pacientes iban a vivir a a casas de la comunidad, muchas de las cuales lograban, además, la revinculación con sus familias o formaban pareja, por lo cual se insertaban nuevamente en la vida común. Desde ese comienzo, las estimaciones hablan de que algo más de 150 mujeres pudieron salir de esa especie de estado de reclusión que imponen ese tipo de instituciones.
Ahora fueron un poco más allá, ya que, en el marco del recientemente lanzado plan provincial “Buenos Aires sin Manicomios”, ese hospital ha abierto dentro de su predio el bar “Cruz del sur”, el cual no solamente está atendido por cuatro pacientes internas y una externa, sino que otras ocho residentes se ocupan de elaborar parte de lo que se consume, principalmente budines, empanadas, pizzas y alfajores
La directora del Esteves, María Rosa Riva Roure, explicó en una nota que sentían que no era suficiente conseguirles alguna vivienda fuera del predio, sino que tuvieron la necesidad de brindar un espacio a algunas de sus 620 pacientes para que adquirieran o recobraran su capacidad laboral, lo que también es una forma de inserción social.
La pandemia, que causó 350 contagios y 16 muertas entre las internas, pospuso el lanzamiento, pero el bar, que consiste en un pequeño salón blanco, lleno de luz, dotado de sillas y mesas de plástico, con vista hacia los árboles, atiende todos los días de 9 a 13 en Garibaldi 1661, aunque estiman que pronto ampliarán el horario por la tarde.
La propia directora asegura que el bar es apenas el comienzo de una serie de emprendimientos a lanzar, lo que incluye, entre otros, una huerta, un desarrollo relacionado con lo textil y un restaurante abierto a toda la comunidad.