Sin embargo, el oriundo de Valle Fértil, en la Provincia de San Juan, tiene un empuje y una vitalidad notables.
Cuenta su tía Adriana por parte paterna que nadie se hizo cargo de él, por lo que ella lo acogió y lo adoptó. Y no solamente eso, sino que lo apoya totalmente en su proyecto radiofónico.
Daniel mostró inclinación por ese medio desde pequeño, ya que por entonces gustaba copiar los relatos de un relator local de carreras de ciclismo y desde entonces tuvo dos pasiones: el deporte y la radio.
A los 9 años lo llevaban a la emisora local Radio del Valle, donde le preguntaban sobre sucesos deportivos y le permitían hacer comentarios, sobre todo sobre su equipo favorito, River, de quien sabe de memoria los planteles de ahora y también los de antes. Quienes lo conocen aseguran que el joven posee una capacidad memorística extraordinaria.
De un día para el otro armó en su cuarto un estudio de radio online. Sus amigos reu-nieron dinero y le pagaron la tarifa de la conexión a internet de banda ancha para streaming y entre todos consiguieron un buen micrófono y una consola y él se dio maña para hacerse con los programas necesarios y armar la emisora, que es muy escuchada por la gente de la pequeña ciudad.
El muchacho está terminando el secundario. Adriana le inculca que la pensión que recibe no le alcanzará para vivir, sino que tiene que comenzar a pensar en un trabajo, pero está segura de que, con el empuje que caracteriza a su sobrino y el inmenso afecto que le tienen sus conciudadanos, pronto lo logrará.
Daniel tiene dos sueños. Uno, poder llegar a relatar un River-Boca y el segundo, hacerle un reportaje a Marcelo Gallardo.
Además, Daniel, sus amigos y la tía se preocupan por difundir los derechos de las personas con discapacidad, sobre todo en los departamentos más alejados, donde la situación no siempre es fácil.