Es de suma preocupación en ámbito escolar saber que un nene o una nena no está logrando dar en la tecla con la lectura o con la escritura. Se trata de un momento bisagra que implica cierto grado de desarrollo madurativo. La lecto-escritura le permite al pequeño manejarse con intencionalidad y encontrarse con la funcionalidad del lenguaje escrito.
El proceso de aprender a leer y escribir consta de ciertos pasos que requieren tiempo. En un primer momento, se pasa de la no conciencia de la relación que existe entre la oralidad y la escritura a empezar a relacionar ambos lenguajes: escrito y oral. Esto abre una puerta interesante, la de tener cierto control y, llegado el momento, dominio de los signos relacionados con los objetos. Es un gran descubrimiento y requiere experimentación.
Luego se transita el camino hacia la automatización. Si inicialmente se toma conciencia de la individualización de fonemas, la representación de estos a través de letras y la síntesis de las letras en palabras, con la práctica esto se automatiza y se conquista el dominio del lenguaje escrito, que es una actividad analítica compleja, dado que requiere la toma de conciencia de la construcción de las ideas desde la lógica.
Como vemos, lo fundamental en cada caso es respetar los tiempos requeridos por cada nene o nena. No es recomendable sobre exponer a los pequeños a extensas sesiones de estudio porque puede ser contraproducente y alejarlos de la alfabetización. Lo ideal es encarar el tema desde lo lúdico, ofreciendo espacios de juego, ambientes confiables y tan agradables que inviten a quedarse sin estar pensando en aprender a leer.
En el entorno de la educación inclusiva, la lecto-escritura se trata con mucha paciencia y cada logro es enorme. Requiere mucho trabajo y creatividad, y atender cada caso con herramientas particulares, novedosas, originales.
La creatividad es un super poder de los Acompañantes terapéuticos y eso permite crear herramientas caseras que facilitan la comprensión, el uso y la práctica de las palabras. Una buena idea es trabajar con goma EVA, escribir una palabra con marcador negro en una plancha grande, usar esa plantilla y hacer las mismas letras recortadas. Siempre se inicia el juego presentando el material –en lo posible, colorido- y moldeando cada paso, mostrándole al nene o nena qué es lo que buscamos que haga. Cada letra se apoyará sobre otra, una vez armada la palabra se repetirá varias veces, intentado mirarnos la boca mutuamente para que la repita. Es preferible usar apoyo visual, como pictogramas o fotos de la palabra que estamos armando. Por supuesto, cada logro, tanto del acompañante como del paciente, será motivo de festejo. Para esto, tenemos que tener muy presentes las condiciones de esta celebración dado que hay muchos chicos y chicas que adoran los abrazos y muchos otros no los eligen, ya sea por hipersensibilidad u otras causas. Esta actividad también puede realizarse con cartulinas de colores, pero la goma EVA es más resistente. La propuesta es ir coleccionando nuevas palabras y mientras más dure el material, mejor.
Con el super poder también se puede pensar en fabricar un pizarrón portátil. Con una bolsita de esas que tienen cierre hermético y una plancha de goma EVA, preferentemente de color clarito, colocaremos la goma EVA dentro de la bolsa junto a un papel blanco donde esté escrita una palabra. Cerramos con el zipper y ofrecemos al nene o nena una variedad de marcadores lavables de diferentes colores. Siempre es mejor ofrecer apoyo visual. Entonces los marcadores deberán seguir las líneas escritas en el papel, por sobre la bolsa. Con un paño se puede borrar y volver a intentar las veces que haga falta ¡y con diferentes colores!
Para seguir practicando, en un recipiente rectangular bien grande podemos ¡crear una playa! Ya sea con harina o pan rallado (¡no lo intenten con azúcar!) se llena el recipiente. Luego, un juego de palitos chinos pueden servir para escribir en la falsa arena. En un costado escribe el AT, en el otro lado el paciente. Letras, números, primeras palabras. Y por cada logro, un corazón en la arena siempre es bien recibido.
Son muchas las herramientas que podemos crear, y también hay mucho para buscar. En esa línea, y teniendo en cuenta la proximidad de la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires, también podemos incentivar la lecto-escritura a través de libros. Esta herramienta viene de la mano de un grupo de editoras independientes que publican libros inclusivos, diversos, reflexivos, en Braille, con macrotipo, sobre temáticas que nos conmueven. Se trata de Banda de editoras, y las presentaremos a continuación a través de su material inclusivo.
Alfabeto curioso, de Mil trazos ediciones.
Este libro es un desplegable que en cada vuelta tiene una letra del abecedario y una palabra, pero en este caso son palabras seleccionadas que nos llenarán de emoción: A de Amor, B de Búsqueda, C de Crecer… I de Incluir.
Leo las letras del abecedario, de Cheuque editores.
Este es un libro calesita, porque tiene cinco juegos de abecedarios que giran y permiten formar palabras de hasta cinco letras. Es muy recomendado para jugar a escribir.
Cuando el lobo no está, de Párrafo aparte.
La versión más linda de Caperucita roja, escrita por Cecilia Pisos, en un maravilloso libro que viene en tres formatos: tinta, Braille y una manta sensorial donde caperucita y el lobo recorren un caminito de tela de arpillera y encuentran piedritas, ramas y ¡la famosa canastita!
El principito adecuado, de Bianca ediciones.
Esta versión del principito viene con la historia completa y las ilustraciones originales, también tiene adecuaciones de cada capítulo en imprenta mayúscula y en tipografía amigable para personas con dislexia. Y al final se pueden ver las seis emociones básicas en la cara de ¡El principito!
Un día de amor, de Nubífero ediciones.
Macrotipo es una tipografía del tamaño adecuado para facilitar la lectura a personas con disminución visual y es la que se ve en este libro de tela, pensado para que todos los nenes y nenas puedan acceder a la poesía.
Amigos del océano, de A-Marte
Este libro es para lectores que hayan tomado más confianza. Habla de la ecología y de cómo cuidar el medioambiente, mientas Anita y sus amigos ¡luchan por el mundo!
Banda de editoras también publica libros sobre deportistas paralímpicos, diversidad cultural, diversidad de género y sobre muchos temas interesantes. Además, arman ferias del libro en escuelas de forma gratuita. Si quieren saber más sobre Banda de editoras, pueden visitarlas en el Stand 227 del Pabellón Azul, en la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires que se realizará en la rural desde el 28 de abril hasta el 16 de mayo. Y recordemos que la lecto-escritura se aprende practicando.
Fernanda Argüello*
* Fernanda Argüello es Acompañante terapéutica, Profesional de apoyo a la inclusión. Escritora de libros infantiles.
Instagram: @at.terapiahoy