Introito
Hasta 2013, cuando se publicó la nueva versión del famoso manual de la psiquiatría norteamericana denominado DSM V, las ediciones anteriores tenían al síndrome descripto por primera vez por el médico austríaco Hans Asperger en 1944 como una entidad separada del Autismo. A partir de entonces, se lo catalogó como una forma peculiar de los Trastornos del Espectro Autista.
Ello provocó la reacción adversa de muchas de las asociaciones que a lo largo y a lo ancho del mundo se encuentran dedicadas al Síndrome de Asperger, rechazo que lleva a que, pese a su subsunción en los TEA, desde los padres hasta los profesionales de la salud continúen referenciándolo como una entidad separada. Esto se debe a que, si bien es cierto que comparte muchas características con la amplia variedad de síntomas que definen al Autismo, también posee sus peculiaridades.
Entre los signos comunes al Autismo se encuentran las dificultades para la interacción social, las conductas obsesivas, los problemas para leer las expresiones no verbales de los interlocutores, las estereotipias, la escasa atención y los inconvenientes para organizarse, además de muchos otros conocidos.
Las conductas típicas de los portadores de SA incluyen conversaciones con una mayor tendencia a la autorreferencia más que referidas a los demás; comportamientos extraños; lenguaje cifrado, robótico o repetitivo; presentan una capacidad memorística excepcional; poseen una coordinación motriz escasa, etc. Pero la característica más típica es que presentan una inteligencia que suele ir de media a superior, por lo que es corriente que se denomine a estas personas como “autistas de alto rendimiento” o con expresiones similares.
Es necesario tener en cuenta que no todas las personas poseen las mismas características ni con la misma intensidad. Incluso los diagnosticados con Asperger, por ejemplo, suelen aparentar menores problemas con la interacción social que el resto de los autistas y en otros aspectos de la vida cotidiana (rendimiento escolar, adquisición del lenguaje, etc.) en los que se comportan con cierta normalidad, lo que lleva a que la detección se produzca, en promedio, mucho más tardíamente que para otras formas de TEA cuyas manifestaciones son mucho más evidentes.
A su vez, los que se dedican al estudio del SA dan cuenta de una problemática adicional que recién en los últimos tiempos va ganando terreno: la falta de estudios sobre el tema que aborden la temática femenina.
¿Hay diferencias entre mujeres y varones?
Aunque, generalizando, las características son similares (por eso se diagnostican bajo ese rótulo y no otro), hay un problema de base respecto del estudio de este síndrome, que es el dominio, en cuanto a la proporción, del sexo masculino respecto del femenino, cuestión que acontece también con el conjunto de TEA, que, por ejemplo, según el portal Autismo Diario, afecta cinco veces más a varones que a mujeres, por lo cual la inmensa mayoría de las investigaciones que se realizan respecto del Asperger no consideran las diferencias de género sino que se centran en las peculiaridades masculinas.
Mientras que ello no ocurre así en los demás trastornos autistas, en el SA se debe a que durante mucho tiempo se creyó que, si bien su presencia en mujeres existía, la diferencia era de 10 a 1, por lo cual era preponderante la casuística masculina y la femenina tenía poca importancia, dado el menor número de afectadas.
Al refinarse los criterios diagnósticos y ante nuevas evidencias que el decurso del tiempo y del trabajo de los investigadores y de los clínicos fue aportando, se llegó a la conclusión de que la relación era de 4 a 1, e incluso trabajos más recientes de prestigiosos neurocientíficos como Baron-Cohen han llegado a la conclusión de que la proporción real podría ubicarse en el orden del 2 a 1.
Más allá de que esta tendencia que gana terreno llevaría a rever las cifras que hablan de un caso de Autismo cada 68 nacidos vivos en los EE.UU. para ubicarlas en el orden de 1,5:68, ello implica que durante mucho tiempo se ha minimizado la existencia de Asperger en mujeres.
Se plantea que esto se debe a que, aunque existen los mismos síntomas en uno y otro sexo, en ellas estos se manifiestan más leve, sutil y suavemente, lo que no quiere decir que no sean intensos.
Algunos intentos de explicación de este fenómeno aducen que se debe a los estereotipos sociales que delinean lo femenino y lo masculino, que llevan a que las niñas, en general, sean más capaces de verbalizar sus emociones y menos propensas a manifestarse a través de conductas físicamente agresivas, como suele ocurrir con los niños.
También algunos estudios más recientes dan cuenta de que ellas tienden a ser más activas en las relaciones sociales, aunque, de todas maneras, un observador avisado podría detectar algunas inconsistencias en el comportamiento que son pistas sutiles para determinar la presencia de SA, que, sin embargo, suelen pasarse por alto.
Pero si la mujer fuera pasiva (como también puede suceder), tampoco ello dispararía alertas, porque este tipo de conducta es socialmente más esperable en mujeres que en varones.
Todo esto lleva a que el diagnóstico del síndrome en mujeres sea más tardío que en los varones, ya que este se realiza, en promedio, alrededor de los 10 años, mientras que en ellos se hace más frecuentemente entre los 6 y los 8.
Otro aspecto que se señala como un indicador de diagnóstico tardío es que en muchos casos, antes de arribar al de Asperger, la mujer ha pasado por alguno o algunos otros rótulos, usualmente los referidos al déficit de atención con y sin hiperactividad, al trastorno obsesivo-compulsivo u otros. Incluso algunos profesionales creen que muchas mujeres continúan caratuladas erróneamente, por ello estiman que la proporción de 4 a 1 no se condice con la realidad y que es necesario atender a las formas propias de manifestación sintomática de las mujeres con Asperger para lograr su detección y/o diagnosticarlas correctamente.
Un estudio llevado a cabo en el King’s College de Londres en 2012 también halló que para arribar a una diagnosis, las mujeres debían manifestar síntomas mucho más profundos que los varones, al tiempo de que en otro realizado en la Clínica de Cleveland en 2014, las diagnosticadas tenían más bajos niveles de coeficiente intelectual y mayores problemas de conducta que sus pares masculinos, lo que también aporta a la teoría de la invisibilidad del Asperger femenino.
Las características del Asperger femenino
Más allá de que se ha encontrado, a través de las técnicas de imágenes, que el cerebro de las niñas con el síndrome funciona de manera más parecida al de los varones típicos que al de los portadores de Asperger y al de las niñas que no lo portan, cuando se validen tales resultados universalmente ello servirá como medio de ratificación del diagnóstico. Al menos hasta el presente, este se hace por simple observación clínica y, como se especificó anteriormente, no se trata de síntomas diferentes para uno u otro sexo sino de distintas formas de manifestación. En general, las de las niñas son mucho más sutiles.
El tema de no ser agresivas o aparentar tener una vida social normal puede confundir. Según testimonios de pacientes, con corroboración clínica, dado que suelen tener una inteligencia de media a superior, son capaces de imitar las conductas sociales de otros (a veces hasta modismos, formas de moverse, de comportarse, etc.), lo que, más allá de que puedan mostrar ciertas dificultades, hace que puedan pasar desapercibidas las dificultades al parecer que se trata de una persona “normal”.
Aparentemente esto se complica cuando se llega a la adolescencia, ya que entonces se producen cambios en la forma de la amistad, cuando se pasa de compartir juguetes y juegos (incluso simbólicos) a relacionarse por medio de la conversación que abarca las propias experiencias, las sensaciones, cierta noción de complicidad y se hacen lazos por intereses comunes. Algunas de ellas optan por un rictus facial, una máscara, mayormente imperturbable en público, buscando ser incluidas, pero no son capaces de expresar sus sentimientos a otros.
También es el tiempo en el que comienzan los avances amorosos de varones de su edad, lo que las perturba, dado que los conceptos de amor, romance e intimidad física no les resultan placenteros y hasta es posible que les repugnen.
Es bastante corriente que se resistan al pasaje y continúen intentando las formas de relación y juego infantiles. Ello suele hacer que se la juzgue como inmaduras y no como “raras”.
Prácticamente todos los autores coinciden en que mantener estas ficciones las llevan a un gran desgaste emocional y que es bastante frecuente que en ambientes más íntimos se las vea ansiosas o deprimidas, sobre todo en la adolescencia, donde se registran tasas muy altas de ansiedad (36%) y depresión (34%).
Otra de las características comunes pero que presentan signos peculiares son los intereses especiales, aquellos que se transforman casi en una obsesión. En este sentido, las niñas difieren en los tópicos que concentran su atención y los más frecuentes suelen ser la literatura, las artes, los animales y la preocupación por el medio ambiente y otros no relacionados con cuestiones más técnicas, que la sociedad normalmente asocia con lo masculino.
Por otro lado, ese deseo por agradar y las formas de imitación las ponen en un lugar de riesgo, así como la dificultad de discriminar entre propios y extraños respecto de la confianza, por lo cual se señala que son 1,7 veces más proclives a sufrir abuso sexual; como consecuencia de esto, se recomienda a los adultos cercanos a ellas que las instruyan fuertemente en reglas de seguridad para mantenerlas a salvo.
A su vez, uno de los signos más evidentes del SA, como lo son las conductas repetitivas, en ellas se dan con mucha menor intensidad y se asemejan más a los intereses de las niñas que no portan el síndrome, lo que agrega opacidad para la detección.
Un punto sobre el que se está investigando es la relación entre Asperger y anorexia en chicas. Ello no significa que todas o la mayoría de las mujeres anoréxicas presenten el síndrome, sino que, de acuerdo a un estudio realizado por Simon Baron-Cohen en 2013 y otro independiente que lo confirmó dos años más tarde, se encontró que el 23% de las mujeres con SA presentaban este trastorno de la alimentación, proporción que excede largamente la de la población general (entre el 2 y el 4%).
Una cuestión a la que no se le presta atención es al juego que incluye amigos imaginarios, estrategia de compensación que muchos niños y niñas discriminados muchas veces utilizan para no sentirse tan solos y que tiende a desaparecer con la mayor edad. En las niñas con Asperger, además de persistir en el tiempo, se confunde con el juego habitual con muñecas, con la diferencia de que, si se presta atención, estas realmente sustituyen a las personas, dándole un control total de la situación “social”. Si se observa con detenimiento, se descubrirá que ellas reproducen situaciones de la vida real o escenas de algún libro o película, más que inventar un guión propio de juego imaginativo.
Un signo externo importante que puede alertar sobre la presencia del síndrome es que estas mujeres suelen ser descuidadas en lo que respecta a su aspecto personal y a su limpieza, lo que se cree que está relacionado con cuestiones sensoriales y/o a la incapacidad de seguir determinados patrones de conducta cuando estos no parecen importantes.
En muchos casos, el lenguaje que utilizan, superior en cantidad y calidad a la edad cronológica, puede esconder la condición, aunque, si se atiende con escucha crítica al discurso, se hallarán inconsistencias que alertan sobre que algo no marcha como debiera.
También la preocupación y ocupación maternal que es común que algunas de ellas manifiestan hacia otros niños de menor edad puede esconder una forma de sustraerse de una interacción social más extensa, consiguiendo una posición en la cual se tiene el control sin mayores sobresaltos y recibiendo afecto carente de complicaciones.
Se ha observado que las mujeres con Asperger tienen una tendencia a ser excelentes madres, ya que muestran una dedicación asombrosa hacia sus pequeños y, gracias a que normalmente poseen una memoria prodigiosa, recuerdan cada uno de los hitos y sucesos que jalonan la vida de sus hijos. No ocurre lo mismo respecto de las madres de otros niños con las que se vean obligadas a compartir experiencias y espacios, dadas las dificultades de socialización, que en este caso les resulta difícil esconder.
Al alcanzar los hijos la adolescencia, aquella relación idílica con los pequeños se disuelve y comienzan los conflictos, como consecuencia de la impredictibilidad de las conductas que a dicha edad manifestamos los seres humanos, incluidos los cambios de humor, el desorden, los desplantes, etc., lo que desestabiliza a las madres.
Para terminar
Hemos reseñado las principales características que presentan las mujeres que portan el Síndrome de Asperger, que tienen que ver más con intensidades y diferencias de formas de manifestarse que con los síntomas en sí mismos, que son comunes para todos, sin importar el sexo.
Uno de los más relevantes investigadores proveniente de la Universidad de Cambridge, como lo es Simon Baron-Cohen, ha señalado una cuestión muy importante, que atañe al diagnóstico de las mujeres con SA: “Si se juzga sobre la base del comportamiento externo, es posible que no se note que hay algo diferente acerca de esta persona. Descubrirlo yace más en hurgar bajo la superficie y prestar atención a las experiencias que tienen más que hacerlo a la forma en que ellos se presentan ante el mundo”.
La mayor parte de los expertos en la temática se lamentan de la carencia de trabajos respecto de los TEA en general y del Síndrome de Asperger en general, que aporten más luz sobre la diferente forma de expresión sintomatológica en ellas. Pero reconocer la existencia del problema es el primer paso para intentar la solución.
Consulta:
– https://kidshealth.org/es/parents/asperger-esp.html
– https://www.forbes.com/sites/quora/2017/07/25/why-are-autism-symptoms-different-in-women/#3de301d026b7
– https://www.scientificamerican.com/article/autism-it-s-different-in-girls/
– https://www.aane.org/women-asperger-profiles/
– https://www.mundoasperger.com/2017/11/el-perfil-asperger-en-mujeres.html
– https://autismodiario.org/2011/05/31/patrones-de-conducta-y-desarrollo-de-las-ninas-con-sindrome-de-asperger/
– http://hospitalessanroque.com/es/actualidad/noticias/%C2%BFse-expresa-de-forma-diferente-el-s%C3%ADndrome-de-asperger-en-las-mujeres
– https://www.autismempower ment.org/support/individuals-autism-spectrum/resources-for-females-on-the-autism-spectrum/women-on-the-spectrum/
– http://www.aspergers.ca/media-library/website-aspergers_wo mens_association-jpg-2/